1. Introducción
La economía global se encuentra en un momento de alta incertidumbre debido a la escalada de medidas proteccionistas entre bloques comerciales, particularmente entre Estados Unidos, China y la Unión Europea. Esta “guerra arancelaria” ha reconfigurado las cadenas de suministro, encarecido productos y alterado la lógica del comercio internacional. En este contexto, España, como economía integrada en la UE y fuertemente dependiente del comercio exterior, enfrenta un escenario desafiante para el próximo año. Este artículo analiza las previsiones sobre la evolución de la economía española en los próximos doce meses, evaluando los impactos directos e indirectos de esta guerra arancelaria en los distintos sectores productivos, en el empleo, la inflación y las exportaciones.
2. Estado actual de la economía española
A comienzos del año 2025, la economía española muestra signos mixtos. Por un lado, el crecimiento del PIB se ha moderado tras un período de recuperación pospandemia, situándose en torno al 1,6% interanual. La inflación ha comenzado a ceder tras los picos registrados en 2022 y 2023, colocándose en un promedio del 3,2%, aunque sigue siendo una preocupación para los hogares y las empresas. El mercado laboral se mantiene relativamente robusto, con una tasa de paro del 11,5%, pero con una creación de empleo más lenta que en años anteriores.
El consumo interno ha mostrado una ligera caída, debido a la pérdida de poder adquisitivo de los hogares. Las exportaciones, uno de los pilares del crecimiento en la última década, han comenzado a resentirse por la incertidumbre internacional, los nuevos aranceles y la caída de la demanda externa, especialmente desde Estados Unidos y China. Sectores como el turismo siguen siendo un salvavidas, aunque con una ralentización de las reservas debido al encarecimiento de los costes logísticos y energéticos.
3. La guerra arancelaria: origen, actores y consecuencias
La guerra arancelaria actual se origina en disputas comerciales entre Estados Unidos y China, extendiéndose rápidamente hacia otros países y sectores. Estados Unidos ha impuesto nuevos aranceles a productos europeos, especialmente del sector agroalimentario y automovilístico, como respuesta a lo que considera prácticas comerciales desleales y subsidios indebidos. La Unión Europea, por su parte, ha reaccionado con medidas similares, afectando a productos tecnológicos y bienes de consumo estadounidense.
Estas tensiones han tenido consecuencias significativas: aumento de precios, caída del comercio internacional, interrupción de cadenas de suministro y una creciente desconfianza entre los grandes actores económicos. Las empresas, ante este panorama, están replanteando su localización de producción, sus rutas de exportación y sus estrategias logísticas. El resultado es un entorno de volatilidad e incertidumbre que amenaza con frenar el crecimiento global.
4. España en el tablero internacional
La economía española, altamente dependiente de las exportaciones (que representan más del 35% del PIB), se ve especialmente afectada por las restricciones comerciales. Sus principales socios son Francia, Alemania, Italia, Reino Unido y Estados Unidos. La introducción de nuevos aranceles a productos agroalimentarios y automotrices afecta directamente a las exportaciones de aceite, vino, frutas, coches y componentes industriales.
A pesar de estas amenazas, España mantiene ciertas fortalezas competitivas: un sector turístico consolidado, una industria agroalimentaria diversificada y un tejido empresarial cada vez más digitalizado. Sin embargo, también existen debilidades estructurales como la dependencia energética, la baja inversión en I+D+i y una productividad laboral inferior a la media europea. Estas condiciones hacen que el país sea vulnerable a los shocks externos y que deba adoptar estrategias adaptativas urgentes.
5. Impactos esperados en sectores clave
Sector Agroalimentario
Uno de los sectores más afectados por la guerra arancelaria es el agroalimentario. Las nuevas tasas impuestas por países como Estados Unidos y Reino Unido han encarecido productos emblemáticos como el aceite de oliva, el vino o los cítricos, reduciendo la competitividad de estos productos en mercados internacionales. Además, el aumento del coste de los fertilizantes y del transporte logístico encarece la producción.
Sector Automotriz
El sector automovilístico, especialmente en regiones como Navarra, Cataluña o Castilla y León, experimenta una contracción derivada tanto de la caída de exportaciones como de la incertidumbre en inversiones industriales. Las multinacionales revisan sus planes de producción en Europa, y algunas han anunciado recortes o traslados de líneas productivas hacia países no afectados por los aranceles.
Sector tecnológico e industrial
La importación de componentes electrónicos, maquinaria y bienes intermedios procedentes de Asia se ve afectada tanto por los aranceles como por el encarecimiento de los seguros logísticos. Esto incrementa los costes de producción para empresas tecnológicas y de manufactura avanzada, ralentizando su capacidad de innovación y competitividad.
Sector energético y materias primas
La dependencia energética de España y la volatilidad de los precios del gas y el petróleo afectan de manera transversal a todos los sectores. Las energías renovables siguen avanzando, pero los cuellos de botella en la cadena de suministro (como el litio o los paneles solares) complican su despliegue rápido.
Sector turismo y servicios
Aunque menos directamente afectado por aranceles, el turismo sufre por la inflación, la pérdida de poder adquisitivo y el encarecimiento de vuelos y paquetes turísticos. La competencia internacional se intensifica, especialmente desde países mediterráneos no comunitarios con menores costes operativos.
6. Políticas económicas y respuestas gubernamentales
El Gobierno español, en coordinación con la Comisión Europea, ha comenzado a implementar una batería de medidas para paliar los efectos de la guerra arancelaria. Estas incluyen:
- Bonificaciones fiscales a exportadores afectados
- Apoyo financiero a PYMEs para diversificar mercados
- Estímulos a la inversión en sectores estratégicos como digitalización y energías limpias
- Reforzamiento de las relaciones comerciales con América Latina, África y países del sur de Asia
A nivel europeo, se discute la creación de un fondo de compensación comercial que permita responder de forma unificada a agresiones arancelarias externas. El BCE, por su parte, ha mantenido los tipos de interés estables, pero con una política monetaria vigilante ante la evolución de la inflación.
7. Escenarios de evolución a 12 meses
Dada la incertidumbre global, se pueden esbozar tres escenarios posibles para la evolución de la economía española en los próximos doce meses:
Escenario optimista
En este caso, las tensiones arancelarias comienzan a relajarse tras acuerdos multilaterales o bilaterales. La normalización del comercio internacional permitiría una recuperación progresiva de las exportaciones y una mejora del clima de inversión. El PIB podría crecer por encima del 2%, la inflación tendería a estabilizarse en torno al 2,5% y se generarían nuevos puestos de trabajo, especialmente en sectores industriales y de servicios avanzados.
Escenario intermedio
Aquí las tensiones persisten, aunque sin escalar. Los aranceles se mantienen, pero se gestionan a través de mecanismos compensatorios y políticas de estímulo. España crecería modestamente, en torno al 1,2%-1,5%, con un desempleo estable pero con escasa mejora del consumo interno. La incertidumbre seguiría siendo un lastre para la inversión, pero no se produciría una recesión técnica.
Escenario pesimista
Este escenario contempla una escalada del conflicto arancelario, con más países adoptando medidas proteccionistas. En este contexto, la contracción del comercio afectaría severamente a las exportaciones, se reduciría la inversión extranjera y aumentaría el paro. El PIB podría caer por debajo del 1%, la inflación volvería a dispararse por el encarecimiento de productos importados y se requerirían nuevas medidas de choque por parte del Gobierno y de la UE.
8. Recomendaciones para empresas y consumidores
Ante un contexto tan volátil, es fundamental que tanto empresas como consumidores adopten estrategias de adaptación:
Para empresas
- Diversificar mercados de exportación, priorizando regiones menos expuestas al conflicto arancelario
- Reforzar cadenas de suministro nacionales o europeas para reducir dependencia externa
- Apostar por la transformación digital para mejorar la eficiencia y la trazabilidad
- Invertir en sostenibilidad e innovación como factores diferenciadores
Para consumidores
- Reforzar el ahorro ante posibles subidas de precios
- Preferir productos nacionales o comunitarios para evitar sobrecostes por aranceles
- Apostar por el consumo responsable y la eficiencia energética
9. Conclusiones
La guerra arancelaria representa uno de los mayores retos geoeconómicos para España en el corto y medio plazo. Si bien el país cuenta con fortalezas estructurales en sectores como el turismo, el agroalimentario y los servicios, su alta exposición al comercio internacional y la dependencia de mercados externos lo hacen particularmente sensible a estas tensiones.
La respuesta política y empresarial será clave para mitigar el impacto. La diversificación, la inversión en tecnología y sostenibilidad, y una mayor coordinación con socios europeos aparecen como pilares estratégicos para superar esta etapa de incertidumbre. Aunque el futuro inmediato presenta riesgos, también ofrece oportunidades para transformar el modelo productivo hacia uno más resiliente y competitivo.
10. Bibliografía y fuentes estadísticas
- Banco de España (2024). Boletín Económico.
- Instituto Nacional de Estadística (INE).
- Eurostat. Datos de comercio exterior y PIB.
- Fondo Monetario Internacional (FMI). Perspectivas económicas mundiales.
- Comisión Europea (2024). Informes de coyuntura económica.
- Organización Mundial del Comercio (OMC). Reportes de medidas arancelarias.
- Cámara de Comercio de España. Estudios sectoriales.
- OECD (2024). Global Economic Outlook.
- Informes económicos de entidades financieras (BBVA Research, CaixaBank Research, etc.).